Carta del Consejero Delegado
En CaixaBank hemos proseguido en 2017 con nuestra trayectoria de crecimiento y consolidación del liderazgo en banca minorista, y cerramos con un balance muy satisfactorio tanto en la perspectiva comercial como en la de resultados.
Fruto de una intensa actividad comercial, hemos seguido aumentando un año más nuestras cuotas de mercado en los productos fundamentales de relación con el cliente, donde ya partíamos de posiciones de destacado liderazgo. Por ejemplo, en el mercado español hemos alcanzado cuotas del 26,3% en nóminas, del 26,4% en seguros de ahorro o del 23,5% en planes de pensiones. Concluimos el ejercicio con aumentos sustanciales de la base de clientes vinculados y de los índices de satisfacción, que nos indican que estamos incrementando el nivel de fidelidad y el servicio a nuestros clientes.
Uno de los proyectos significativos del año ha sido la adquisición en el mes de febrero del 84,5% del banco portugués BPI tras la OPA lanzada en 2016. Con su integración incorporamos la mejor franquicia bancaria de Portugal, con un excelente equipo gestor y que se puede beneficiar ahora de la dimensión, la solidez financiera y también de la experiencia del Grupo CaixaBank en segmentos donde hemos demostrado gran nivel competitivo. El primer año de andadura ya se ha demostrado muy positivo, pues BPI ha aportado al Grupo CaixaBank un 10% del resultado total, habiendo además conseguido crecimiento en su volumen de facturación y de clientes, a la vez que se ponían las bases para materializar las sinergias operativas anunciadas de 120 millones de euros.
El Grupo CaixaBank ha experimento en el año un crecimiento en recursos de clientes y en la cartera de crédito del 15% y el 9,3% respectivamente. La buena evolución de los ingresos recurrentes y el mantenimiento de la disciplina de costes nos han permitido incrementar un 60,9% el resultado neto, hasta alcanzar los 1.684 millones de euros, que constituye la mayor cifra desde la creación del Grupo CaixaBank. Al mismo tiempo hemos podido mejorar la calidad de nuestro activo, reduciendo los saldos dudosos muy significativamente, y, como no podía ser de otra forma, seguimos manteniendo nuestra tradicional fortaleza financiera, de manera que finalizamos el año con niveles de liquidez excepcionales, por encima de los 72.000 millones de euros, y una ratio de capital CET1 fully loaded del 11,7% que la sitúan entre las más altas del sector.
Esta trayectoria es el resultado de un robusto modelo de negocio que combina un esquema de distribución muy capilar de servicios financieros junto con un alto grado de especialización por negocios. La capilaridad nos facilita la necesaria cercanía con el cliente y la especialización nos asegura responder a sus necesidades con propuestas adaptadas y de verdadero valor. Añadido a ello, la decidida apuesta por la digitalización de procesos operativos y equipamientos nos está posibilitando desplegar un modelo de asesoramiento personalizado y efectivo tanto en las oficinas como a través de los canales electrónicos. La digitalización además nos permite simplificar la carga operativa y liberar tiempo para tareas de mayor valor añadido, aumentando también nuestra capacidad para responder a las nuevas exigencias tanto regulatorias como sociales.
Estamos asimismo muy satisfechos del grado de avance en nuestro Plan Estratégico: nuestro enfoque en el cliente resulta en mejoras de calidad y reputación, la rentabilidad se recupera a buen ritmo y los retos en el ámbito de gestión de personas y digitalización se están cumpliendo. Debo subrayar una vez más que esto no sería posible si el Grupo CaixaBank no contase con un equipo extraordinario. El desarrollo del capital humano sigue siendo la clave del éxito y por ello seguimos dedicando importantes esfuerzos a programas de capacitación, despliegue de políticas de comercialización responsable y programas para el refuerzo de la transparencia, la diversidad y la meritocracia, que se continuarán impulsando en los próximos ejercicios.
Encaramos pues el nuevo ejercicio con confianza y optimismo, preparados para continuar ejerciendo el liderazgo en el sector financiero ibérico, y convencidos de que los valores tradicionales de nuestro Grupo –calidad, confianza y compromiso social– siguen con la máxima vigencia y son nuestra herramienta más útil para acometer los retos futuros.