La entidad gestiona de forma global, activa y prudente los riesgos del negocio mediante sistemas de control interno y supervisión adaptados a los mejores estándares internacionales. Su objetivo es optimizar la relación entre rentabilidad y riesgo, en un marco que potencia la calidad del servicio a los clientes y que pretende consolidarlo como uno de los grupos más sólidos del mercado español.
En CaixaBank se identifican, miden y valoran los distintos riesgos y se consideran de forma permanente en la toma de decisiones de negocio. Entre ellos:
- El riesgo de crédito, con un método para la concesión, el seguimiento, la medición y la valoración del riesgo que comprende:
- Un sistema de facultades para la concesión que permiten la delegación eficaz del riesgo (rating, scoring).
- El uso de herramientas que permiten la determinación del precio con una adecuada cobertura de la prima de riesgo (RAR).
- El uso de métodos basados en modelos avanzados de calificación (en un 89,38% del total de la exposición).
- La prevención y la gestión temprana de la morosidad.
- El riesgo de las posiciones de balance incluye el riesgo de tipo de interés de balance, inherente a toda actividad bancaria. Este último se gestiona con un doble objetivo: reducir la sensibilidad del margen financiero a las variaciones de los tipos de interés y preservar el valor económico del balance.
También se mide y controla a diario la potencial pérdida de valor de los activos financieros del banco, derivada de una evolución adversa de los precios o tipos de mercado.
- El riesgo de liquidez, manteniendo un perfil diversificado de las fuentes de financiación, con una baja dependencia de los mercados mayoristas y una alta estabilidad proporcionada por los pasivos de la clientela.
- El riesgo operacional, que se gestiona en base a la cualificación del personal, los procesos establecidos y los sistemas y controles implantados. Este riesgo, intrínseco a la actividad, se mitiga en lo posible y, en algunos casos, asegura.
- El riesgo reputacional, a través del seguimiento de los riesgos potenciales, el desarrollo de medidas preventivas y la evaluación de su grado de efectividad. Asimismo, se miden de forma periódica la opinión y expectativas de los grupos de interés.
Además, CaixaBank cuenta con un modelo de control de riesgos con tres líneas de defensa, gestionado y supervisado desde áreas independientes a las que gestionan los riesgos. El objetivo es disponer de los controles necesarios para la gestión de los riesgos, establecer controles de segundo nivel y disponer de una opinión independiente sobre los aspectos supervisados.