Todas las esferas de la política económica, tanto en el plano fiscal como en el monetario, reaccionaron con contundencia en 2020 y todo apunta a que seguirán muy activas en 2021, tanto en EE. UU. como en Europa. Además, en Europa, cabe destacar la aprobación del Plan de Recuperación propuesto por la Comisión Europea (el llamado NGEU, por Next Generation EU), que favorecerá una reactivación sincronizada a escala europea.
La magnitud del impulso económico que se quiere llevar a cabo es muy remarcable: 360.000 millones de euros en préstamos y 390.000 en transferencias. Además, el Plan ofrece alicientes para transformar y modernizar las economías —con énfasis en las transiciones tecnológica y ambiental— y contiene elementos, como la emisión de deuda comunitaria en volúmenes significativos, que podrían sentar las bases para dar un salto adelante en materia de construcción europea.